Ella
lo conoció a él a través de una inocente(?) solicitud de amistad que ella
curiosamente aceptó. Al principio él no paraba de hablarle y hacerle
invitaciones, cosa que ella no entendía hasta que por terceros comprendió. Ella
con el pasar de los días y a medida que lo iba conociendo lo encontró el tipo
más tierno, inteligente, de buen corazón y gracioso que se había topado en
mucho tiempo. Ella creía que él tenía buenas intenciones con ella porque tomó
en consideración unos estúpidos consejos que leyó y que presenció en más de una
oportunidad. Ella seguía creyendo que era el tipo más genial pero él...ella
nunca supo qué rayos quería él.
Ella
ya no entiende a los hombres o por lo menos ya no quiere entenderlos. Ella no
lo odia ni nada, sólo se detesta a sí misma por haber sido tan estúpida.
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